El rincón de las arañas
Sabida es la situación que vive el fútbol argentino a nivel institucional, y como no podía ser de otra manera, nuestros hermanos son capaces de considerar un amplio espectro de posibilidades para la dirección técnica. Bien dicen que en Argentina conviven “la Biblia y el calefón”, y es por eso que no nos sorprende que aparezca por un lado la candidatura impulsada por la gente del mediático Caruso Lombardi, que se sueñe con Simeone, se mire de reojo a Bielsa y a Sampaoli, e incluso que el histórico Bilardo diga “si hay mucho problema, agarro yo y listo” (no sin antes mencionar a Maradona como candidato, y luego aprovechar para reconciliarse con el 10).
Para quien esto escribe, la situación actual de la selección argentina es más propicia para un entrenador con el oficio de Caruso Lombardi, que para el misticismo de Bielsa. El clamor popular pide a gritos “jugadores con hambre”, trabajo, sacrificio, y un DT acostumbrado a absorber la presión. Después de todo, tiene más currículum que Maradona cuando llegó a la dirección técnica del combinado albiceleste. Pero también hay que estar preparados para enfrentar a un equipo dirigido por Bielsa. 4-3-3, verticalidad en la oferta de los pases y mucho conocimiento científico. ¿Qué es más peligroso? Claramente el equipo de Caruso, un técnico “bicho” que conoce todas las mañas del fútbol. Además, un técnico argentino tiene que tener un marcado acento porteño para hacerse odiar debidamente.
Atrás quedan las épocas del “Menottismo vs Bilardismo”. Hoy el pueblo argentino pide a Caruso, un hombre que dice: “A Sampaoli lo respeto, pero acá dirigió solo en Primera C”, o “En las encuestas estoy por encima de Simeone”. Esa es la confianza que creemos que hoy en día no tiene el seleccionado de la AFA, que pide menos “glamour” y más sudor. A Bielsa lo admiran en todos lados, mientras que Caruso se haría insultar en todas las canchas, quitándole presión a sus dirigidos. Más que filosofía y distancia intelectual con el jugador, AFA necesita a un estratega capaz de colocar a Buffarini al lado de Messi sin ningún pudor.
Argentina se debate entre darle otra oportunidad a Bielsa, que ya se volvió de un Mundial en primera fase, o apostar por un DT con boliche, conocimiento de canchas chicas y barba candado. Pero eso ya es problema de ellos, que “vayan pelando las chauchas”.
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